No sé si te pasó lo mismo, pero cuando supimos que el sueldo mínimo subía de $510.636 a $529.000, retroactivo al 1 de mayo, sentimos un pequeño vértigo. No por el aumento en sí —que es justo y necesario—, sino por la logística que implica. Porque las pymes no solo pagan sueldos. Pagan sueldos más cotizaciones, seguros, retroactivos y lo que venga. Y todo eso, con lo justo, en medio de otras cien cosas que también hay que resolver.
Así que nos sentamos con calma (y calculadora en mano) a entender: ¿cuánto cuesta realmente pagar ese nuevo sueldo mínimo a una Pyme?
Lo primero: el sueldo mínimo no es lo único que pagamos
El trabajador recibe $529.000 brutos. Pero los empleadores deben agregar una serie de aportes que van directo a instituciones:
- 2,4% por seguro de cesantía
- 1,53% por el seguro de invalidez y sobrevivencia
- 0,93% aproximado por accidentes del trabajo
Estos tres ítems los paga el empleador, no se descuentan del sueldo del trabajador. Si lo sumas todo, da un poco más de $25.700 adicionales.
Eso quiere decir que por cada persona contratada con el sueldo mínimo, se terminará pagando alrededor de $554.700 mensuales.
Y ojo, esto es sin contar otras cosas como la colación, movilización o asignaciones que a veces sumamos para completar el sueldo líquido.
¿Y el retroactivo? ¿Cómo se paga eso?
El reajuste no parte en julio: corre desde mayo. O sea, si pagaste $510.636 en mayo y junio, ahora en julio te toca pagar la diferencia:
- $18.364 por mes
- $36.728 por persona en total
- Y también sus cotizaciones, que son cerca del 5%, o sea, unos $1.800 más
Entonces, este mes, además del sueldo normal, hay que considerar casi $39.000 extra por trabajador. Así, en julio, el gasto por cada persona con sueldo mínimo se acerca a los $594.000.
¿Qué hago si no lo tengo planificado?
Primero, no te frustres. No eres la única persona que recién se entera o que se siente sobrepasada. Esto lo comunicaron en junio, y entre tanto ajuste, se puede pasar. Pero sí hay que actuar rápido. Si no pagas el retroactivo, podrías tener problemas con la Dirección del Trabajo o con tus propios trabajadores.
¿Nuestro consejo? Calculadora en mano, revisar todo y, si puedes, hablar con tu contador. Y si no tienes uno, hay herramientas online para ayudarte a calcular bien tus obligaciones.
A veces se nos olvida, pero pagar sueldos no es solo cumplir con una ley. Es garantizar que la gente que trabaja contigo sienta estabilidad y confianza. Por eso vale la pena entender bien estos cambios y planificarse para estar al día sin ahogarse.
Sabemos que no es fácil, pero mientras más claro estemos todos, menos sustos nos vamos a encontrar con el próximo reajuste.